martes, 24 de mayo de 2016

CIRUGIA TAURINA. Características y tratamiento de cornadas de toro


La cogida del torero peruano Renatto Motta no debió ser mortal

Hasta ahora, todos los heridos habían sido salvados por equipo médico de Acho, pero urge capacitación a nivel nacional

La muerte por cornada del novillero peruano de 19 años, Renatto Motta 'Motita', similar a la que tuvo hace 32 años el recordado Francisco Rivera 'Paquirri' en España, ha puesto en evidencia las vergonzosas condiciones en las que actúan los toreros en el Perú en pleno siglo XXI.

Excepto la plaza de Acho, ningún coso taurino cuenta con cirujanos taurinos de planta, quirófano o enfermería, ambulancia implementada, ni estrategia de evacuación de posibles heridos. La mayoría ni siquiera tienen botiquín de primeros auxilios.

En las últimas décadas, la cirugía taurina ha dado un gran salto en su especialización. En el Perú teníamos la gran fortuna de no contar ni un solo caso mortal registrado en más de un siglo gracias a la preparación profesional del equipo médico de Acho, que tuvo que enfrentar casos muy graves provenientes del interior del país.

De milagro, todos los toreros heridos llegaron a Lima a tiempo para ser atendidos por los especialistas, pero esta suerte se nos acabó la infausta noche del martes 17 de mayo de 2016. Sorprendentemente, la herida que produjo esta muerte no ha sido más grave que las sufridas por otros toreros en los últimos años.

En opinión del doctor César Baltazar Mateo, jefe del Servicio Médico de Acho y director del Hospital Sergio Bernales de Collique, si el joven torero estuvo consciente y conversando tras casi dos horas de ser transportado en una camioneta desde Malco, en Ayacucho, al puerto de Chala, al norte de Arequipa, es probable que la cornada no haya seccionado la femoral sino algún otro vaso menor.

La causa determinante del fallecimiento de Motita sería  el desconocimiento absoluto del médico que lo atendió en Chala de cómo deben tratarse las heridas por asta de toro. Las cogidas de toro son lesiones sui géneris, por el "arma" que las produce y su mecanismo. El personal médico y paramédico debe conocer su tratamiento, sobre todo en las regiones donde las corridas son tan frecuentes, así como en sus rutas de evacuación.

Los médicos de Acho han venido capacitando a algunos de sus internos en hospitales y clinicas, pero no es suficiente. Para ser cirujano taurino se necesita afición y estar dispuesto a trabajar en zonas remotas donde los organizadores de los festejos, por increíble que parezca, no destinan ni un sol de su presupuesto a la seguridad ni prevención de tragedias.

Pero ¿Cuáles son las características y el tratamiento de las cornadas de toro? A continuación, un resumen actualizado de dos importantes artículos académicos de investigación del doctor Baltazar Mateo publicados hace unos años por la revista científica digital Sinapsis Médica, que mantienen plena vigencia.

LAS CORNADAS Y SU TRATAMIENTO
La cirugía taurina es una especialidad de la cirugía general que se encarga de la atención de los heridos por asta de toros. Las cornadas representan un gran desafío para el cirujano por producir lesiones muy características y diferentes a las que tienen otras causas. El desconocimiento y querer tratarlas como cualquier herida, generalmente complican innecesariamente los traumatismos.

El mecanismo de la lesión explica las múltiples trayectorias que se encuentran en las heridas por asta de toro. Cuando el cuerno se introduce en el organismo, el toro levanta al lidiador o al torero con un derrote, en este momento se presenta la primera trayectoria hacia arriba; el cuerpo del lidiador gira por principios físicos, buscando equilibrar su centro de gravedad, con el pitón como eje, lo que hace casi siempre que el toro realice otro derrote, produciéndose la segunda trayectoria hacia abajo del organismo del lidiador y puede continuar siendo lesionado siempre que no se desprenda del cuerno, por lo tanto la lesión es un cono de base interior y su vértice superior es el orificio de entrada.


Tipos de lesiones por asta de toro
La cornada es el contrapunto dramático de las fiestas, las lesiones ocasionadas por el cuerno son muy variadas y algunas se consideran especiales. Las cornadas, de acuerdo a su profundidad, se dividen en: varetazo, puntazo y cornada propiamente dicha.

- Varetazo: Es la excoriación de la piel por fricción que ocasionan las astas sin penetrar el pitón o punta del cuerno, se presenta cuando éste alcanza el cuerpo del lidiador tangencialmente, generalmente se produce con la pala del asta.

- Puntazo: Es cuando el pitón alcanza al lidiador, produce una lesión poco profunda y no penetra mayormente.

- Cornada: Cuando el pitón penetra mas allá de la aponeurosis que rodea el músculo lesionando piel, músculos, vasos sanguíneos y órganos internos. Se denominan cornadas abiertas.

- Cornada cerrada o seca: Es una cornada especial en la cual no se lesiona la piel, pero sí todas las capas profundas como aponeurosis, músculos, vasos y órganos internos. Es como si el cuerno penetrara cubierto con la piel. Para que esto se produzca la piel y la aponeurosis tienen que estar relajadas lo que permite que el pitón penetre, desgarrando los planos profundos.


Procedimiento quirúrgico

- Cobertura de la herida con gasa estéril por pequeña que sea.

- Afeitado de la zona a operar, si es necesario.

- Asepsia o limpieza del área que se va a operar.

- Lavado de la herida con abundante suero fisiológico.

- Revisión de la herida por muy pequeña que sea mediante exploración digital en busca de trayectorias y profundidad de la lesión.

- Incisión lo más anatómica posible extirpando los bordes de piel dañada.

- Extirpación de tejidos dañados y necróticos y detención de la hemorragia.

- Reparación de todos los elementos anatómicos lesionados.

- Si hay trayectorias, ampliación de los planos de curación. Reparación de los elementos afectados, detención de la hemorragia, extirpación de tejidos necróticos y extracción de cuerpos extraños (tejidos de los trajes de torear, lentejuelas y otros).

- Nuevo lavado con solución fisiológica.

- Colocación de drenajes siguiendo las trayectorias de la lesión, exteriorizándolos.

- Reconstrucción de la lesión por planos anatómicos siguiendo lineamientos de cirugía general.

- Colocación de apósitos y vendaje compresivo postoperatorio, salvo en cirugía vascular.

La experiencia peruana
En nuestro país se realizan cada año más de 600 espectáculos taurinos a lo largo y ancho del territorio peruano, produciéndose muchísimos heridos por cornadas. En promedio, 9 ó 10 toreros son heridos muy gravemente y requieren un tipo especial de atención e intervención quirúrgica.

En mi labor como especialista en esta área, desde el 16 de julio de 1994 hasta el 15 de octubre del 2006, fueron operados 91 pacientes. En Madrid, en 13 años fueron operados 44 pacientes y en la ciudad de México, 42 pacientes en 3 años.

En plazas como Acho, se les puede intervenir en la sala de operaciones del mismo coso. Estas deben estar equipadas para cirugías muy complejas. En otros casos, se traslada a los pacientes a un centro de salud. La mayoría acude al Hospital Sergio Bernales, ubicado en Collique, Comas (Lima), que es donde se encuentran los cirujanos con mayor experiencia en este tipo de heridos.

Los casos más emblemáticos que ha tratado y curado la cirugía taurina peruana son los siguientes:

- Cornada del banderillero José Scotto ‘Cucaracha’, en el que hubo perforaciones intestinales, fracturas múltiples de costillas y hemorragia de ambos pulmones.

- Cornada del banderillero Trinidad Loarte en el muslo derecho con tres trayectorias de 40, 25 y 10 cm que le llevó incluso a paro cardiaco durante la operación recuperándose favorablemente después.

- Cornadas en arterias vasculares como las del torero mexicano Álvaro Camara, que tuvo ruptura de la femoral, y del novillero Jorge Valdez con ruptura de carótida externa e hipofaringe en el cuello. Ambos fueron operados en Collique salvándoles de una muerte segura.


Conclusiones 
De la experiencia profesional acumulada en tantos años, se observan algunas características de las lesiones de este tipo en nuestro país:

- Las cornadas más frecuentes se dan en el muslo, el glúteo y la pierna derecha porque es el lado por el que más embiste el toro.

- En todas las regiones anatómicas se producen lesiones de consideración.

- Las de mayor gravedad se producen en el abdomen (con compromiso intestinal), la cara delantera superior del muslo y en el cuello.

- La mayoría de pacientes presentaron más de dos trayectorias en cada lesión afectada.

Las complicaciones postoperatorias más frecuentes fueron: infección de la herida, hematomas y abscesos. La mayoría de pacientes estuvieron hospitalizados de uno a 10 días.

En nuestro medio no hay estudios similares, por eso contribuimos modestamente a la actualización en esta disciplina considerando la importancia de las lesiones y la escasez de publicaciones a nivel internacional.

El equipo médico de la histórica plaza de toros de Acho de Lima está integrado por 14 galenos especialistas de reconocida y amplia trayectoria a nivel mundial en cirugía taurina.


La Sociedad Internacional de Cirugía Taurina

Los médicos que ejercen esta especialidad pertenecen a la Sociedad Internacional de Cirugía Taurina cuya sede rota entre los países miembros: Perú, España, Francia, México, Portugal, Venezuela, Ecuador y Colombia, cuyos sendos Capítulos de Cirugía Taurina se reúnen cada dos años en concurridos congresos.

El I Congreso Internacional se llevo a cabo en México en 1974. En el Perú se organizaron tres congresos los años 1986, 2006 y el 2014, que fue el último. 

El siguiente congreso tendrá lugar la próxima semana, de 1 al 4 de junio en las localidades de Ubeda y Baeza, en Jaén (España). En este se abordará prioritariamente el caso peruano y se buscarán soluciones para que nunca más haya un caso tan triste como el de Renatto Motta en el mundo. 

- Infografías: GANADEROS DE LIDIA UNIDOS


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