jueves, 30 de noviembre de 2017

RAFA SERNA: Vengo a llevarme el Escapulario, sino me hubiera quedado en Sevilla


"Entiendo que se piense que soy el convidado de piedra, pero me avalan muchas cosas para estar en este cartel"

"Andrés Roca Rey es un ejemplo a seguir por todos los novilleros españoles que intentan seguir su estela"

El matador sevillano Rafael González-Serna Lirola 'Rafa Serna' llegó ayer a Lima para torear este domingo 3 de diciembre en la plaza de Acho, alternando con su compatriota José María Manzanares y el peruano Andrés Roca Rey en la quinta y última corrida de la Feria del Señor de los Milagros 2017.

El joven diestro de 22 años de edad, apoderado por Casa Toreros, viene de tomar la alternativa de manos de Alejandro Talavante en la Feria de San Miguel de Sevilla, el último 24 de setiembre, con Andrés Roca Rey de testigo. Esa tarde sufrió una grave cornada que le produjo severos destrozos musculares y vasculares en la axila derecha de los que ya se ha recuperado. 

Conversamos con él en el Hotel Country Club de San Isidro, donde se hospeda, y le preguntamos por su experiencia en el coso de abajo el puente como novillero el 2016:

- El año pasado tuve una sensación agridulce porque fue una novillada bastante dura, falta de clase, sin opciones para triunfar y me quedé con pena porque lo poco que pude hacer la gente me lo cantó muy rápido y respondió y me di cuenta de que a la afición de Lima le gusta mucho el toreo de gusto y de sentimiento que es el que yo hago y espero el domingo pueda conectar.

- Tampoco hubo suerte con la espada esa tarde.
- Suelo ser muy buen matador de toros, las dos cornadas más graves que he sufrido, en Madrid el año pasado y en mi alternativa en La Maestranza, han sido a la hora de entrar a matar. La verdad es que suele pasar que al toro que toreo bien, a ese lo mato bien.


- Este domingo toreas al lado de Andrés Roca Rey y de Manzanares, nada menos.
Compartir cartel con Roca Rey, así como con el maestro Manzanares, me da un plus más de responsabilidad y de motivación, porque además con Andrés compartimos casa de apoderamiento. Los toreros que estamos empezando buscamos este tipo de tardes donde nos podamos hablar de tú a tú con las figuras del toreo. Por eso mismo la del domingo es la tarde más importante de mi carrera. Sin embargo, no me cohíbe, yo vengo a llevarme el Escapulario a Sevilla sino me hubiera quedado en mi casa.

- Entonces, eres consciente de que muchos vean tu presencia en el cartel como complementaria.
- He venido a batirme, no solo con Roca Rey o Manzanares sino con todos los toreros que han pasado por la Feria. Entiendo que la gente piense que yo soy el convidado de piedra, pero creo que me avalan muchas cosas para estar en este cartel como la entrega que tuve en la novillada del año pasado.
No solo eso, tengo triunfos importantes en mi carrera y he pisado todas las plazas importantes como novillero. No digo que sea el que más me merezco estar, pero creo que sí me merezco torear aquí y lo considero un día muy especial porque es el de mi confirmación en Acho.

Derechazo de Rafa Serna en la novillada de Acho 2016.
- ¿Qué le dirías a quienes no es convence tu inclusión en la última corrida?
- Les digo a los aficionados que tengan paciencia, que si bien ahora no soy un torero conocido, quién sabe lo mismo el año que viene soy cabeza de cartel para la feria de Lima. Hay mucha responsabilidad, pero yo vengo tranquilo, sabiendo lo que tengo que hacer. Sé que lo hago bien y ojalá que a partir del domingo, el aficionado que se preguntaba '¿por qué estará Rafa Serna en los carteles de Acho', pida a Rafa Serna para el año que viene en la Feria del Señor de los Milagros.

- ¿Has podido ver los toros?  
- Aún no, pero tomé la alternativa en setiembre con una corrida de Matilla (García Jiménez) aunque solo maté un toro por la cornada. Sé que ha triunfado el año pasado en Sevilla y es una ganadería cuyo encaste y forma de embestir me gusta mucho.

- ¿Será diferente alternar con Andrés Roca Rey en Lima? 
Con Andrés y su familia me une una muy buena relación. Es una muy buena persona, buen compañero y como torero es el ejemplo a seguir de todos los novilleros que hemos intentado seguir su estela.
El día que lo conocí fue en una becerrada en Huelva. Yo sabía que el maestro Campuzano llevaba un peruano, pero no lo había visto personalmente. Era un novillo para cada alumno. Yo le corté dos orejas al quinto. Le tocaba el sexto y dije 'a ver que hace éste ahora' y le cortó un rabo. Yo pensé '¡Ostras, este tío...!' y después de eso despuntó entre todos.

- Has sufrido varias cornadas para tu edad. ¿Cómo superas una cornada como la última en Sevilla?
- Ni la primera cornada que tuve, a los 15 años, ni las siguientes me han pesado a la hora de volver a torear sino que me han ayudado mucho a entender lo sagrado que es vestirse de luces y salir a torear. Hubo un momento el año pasado, tras la cornada en Madrid, en la enfermería, que yo sentía que me estaba muriendo... A los pocos días murió Víctor Barrio y estuve asustado dos días, pero cuando reaparecí, otra vez cogí el ritmo.
Las dos cornadas importantes que he tenido han sido en días importantes: en las Ventas, donde si no fuera por la cogida hubiera cortado las dos orejas y en el día de la alternativa, donde salí a jugarme la vida desde el primer momento y sabía que cuando se pisa una plaza con tanta verdad, es una puerta u otra. Estoy tranquilo porque son cornadas que te hacen sentirte orgulloso y a la vez te dan categoría.

Momento de la cornada en el día de su alternativa en Sevilla. (Foto: Correo de Andalucía). 

- Tu padre, que también se llama Rafa Serna, es un reconocido cantautor... ¿cómo así te decides a ser el primer torero en tu familia?
- Mi abuelo materno, Pepín Lirola, siempre fue muy aficionado a los toros y contaba con cierto poder adquisitivo, ya que era empresario de grandes almacenes, así que se hizo muy amigo de los toreros mexicanos y acogía en Sevilla a figuras como 'El Rey' David Silveti, Arruza, los Armilla, César Pastor, quienes vivían por temporadas en la casa donde yo vivo ahora.
Así que he crecido escuchando anécdotas de mi abuelo con ellos, viendo con él las corridas en la televisión y yendo con él a La Maestranza. La primera vez que me llevó de la mano a la plaza fue cuando tenía tres años y, desde ese momento, creo que no me he perdido ninguna corrida.
Luego mi padre es compadre del matador Francisco Rivera Ordóñez y de la mano de él conocí el aspecto profesional y me apunté a la escuela. La Puerta del Príncipe, que abrí el 2014 como novilleros sin caballos en Sevilla me abrió muchas otras puertas.

- Se te ve maduro para tu edad, aparentas ser mayor, deben habértelo dicho antes...
- Muchas veces. Por el toreo me he acostumbrado a tratar con gente mayor desde niño. Cuando mis amigos salían al cine o a jugar yo tenía la obligación de entrenar, de ir a la escuela, ser disciplinado, hasta ahora, ya que me dedico exclusivamente al toreo.
Soy muy partidario de que el torero esté en el campo. Vivo casi todo el año en el campo, en una ganadería, retirado de distracciones, del centro de Sevilla donde te pasan la voz, te quitan de tu concentración o te cargan de responsabilidades. Vivo tranquilamente, mantengo contacto con mis amigos, que son pocos, y con mi familia. Trabajo mucho el físico y hago toreo de salón, en total son unas 7 u 8 horas de ejercicio diario.

- ¿Qué ventajas te da esa preparación a la hora de torear?
- Sobre todo la mentalidad que me da el campo y pensar las 24 horas en el toro hace que llegue muy fresco a la plaza, con la cabeza muy fría.

- Y siempre has venido a América, no has parado en invierno...
He toreado mucho en México de novillero. Desde que que fui por primera vez tanto mi asesor en España, José María Almodóvar, como Casa Toreros me han cuadrado muy bien las fechas para acabar en España y comenzar en México; acabar en México y comenzar en España y que no me quite el traje. En América me siento muy bien, me tratan superbien me adapto a los horarios y a las comidas.

¿Cuáles son las fuentes de tu tauromaquia? 
Tengo la suerte de haber nacido en Sevilla y, quieras que no, Sevilla te pone el sello, soy alumno de la Escuela Taurina de Sevilla y del maestro Luis de Pauloba, donde no te obligan a tener una forma de torear sino que te dan el toreo técnico y tú lo haces como lo sientes.
Yo he bebido de las fuentes del toreo sevillano que es lo que me ha gustado siempre y lo que he visto desde niño. Luego vas creciendo como torero y aprendes otras cosas, pero mi base es el toreo con clase, puro, sin estridencias ni extravagancias... Busco llegar a la gente a través del sentimiento, ese pellizco en el corazón, pero también lo técnico, la profundidad, la despaciosidad, la entrega total, sin salir de mi corte artístico, sevillano.
Mi ídolo es maestro Julián López 'El Juli'. No concibo el toro como él, pero más que nada admiro su forma de entender la vida, su manera de ser figura del toreo. Para mí ha sido mi espejo, mi referente, yo entiendo que es el N° 1 del toreo.


¿Con quién has venido a Lima? 
Con mi mamá, le he regalado siete días de vacaciones e irá a la plaza.

Te dedicas solo al toreo. ¿Tienes otras aficiones, te queda tiempo para leer?
Sí, y mis lecturas también son de toros: El Rey de los Toreros Joselito, de Paco Aguado; Juan Belmonte, de Chaves Nogales; El Juli sin comillas, la biografía que escribió su hermano Ignacio López...
También me gusta el flamenco, el pop... Soy hincha del Betis, me gusta el fútbol y cuando puedo lo practico.


Rafael Serna cortó tres orejas en su debut con caballos en Huelva, el 3 de agosto de 2015. Sufrió una cornada grave Madrid el 12 de junio de 2016, año que comenzó toreando en Aguascalientes y lo terminó en Plaza México. Este 2017, cortó tres orejas en la plaza Espartinas de Sevilla, el 28 de febrero. Antes de su alternativa, cortó dos orejas en Huelva el 3 de agosto.

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