miércoles, 2 de mayo de 2012

Colombo conquista a los hijos de Chumpi en Villa María del Triunfo

Cortó dos orejas y salió a hombros de la portátil Torokuna. Simpson, una oreja


- Texto y fotos: Rafael Morán La Rosa

En la plaza portátil Torokuna, instalada en Villa María del Triunfo, Lima, el novillero venezolano Jesús Enrique Colombo fue el triunfador del festejo mixto celebrado el martes 1 de mayo, organizado por la Sociedad Humanitaria Progresistas Hijos de Chumpi, Parinacochas (Ayacucho) residentes en Lima y con el apoyo de la Asociación de Aficionados Taurinos de Ayacucho (AATA).


Con la plaza casi llena y en tarde soleada, Colombo cortó las dos orejas al último novillo y salió a hombros por la puerta grande, mientras que al matador peruano Alfonso de Lima, el juez le concedió solo una oreja de su segundo ejemplar.

Infaltable marinera en los festejos taurinos del Perú
El ganado de Campo Bravo, de Arequipa, que hacía su debut en Lima, estuvo bien presentado, tuvieron nobleza y dieron buen juego, destacando el 2° y 3°.

El festejo comenzó con despeje de caballos peruanos de paso y de caballos de rejoneo 
Alfonso de Lima recibió con verónicas a su primero que salió rematando en los burladeros. Con la muleta, después de dos buenos puyazos de Mikulak, el animal se paró y le costaba desplazarse. Echaba la cara arriba y Simpson le sacó algunos derechazos destacando la última tanda. Mató de una estocada caída y dio la vuelta al ruedo por su cuenta.

Alfonso de Lima en un derechazo con su primero ante la atenta mirada de las autoridades del festejo
Al segundo lo recibió con larga cambiada y verónicas. Brindó al empresario de Acho, Freddy Villafuerte. Al torear por derechazos, se dejó enganchar el engaño muchas veces por estar rígido y no tener la muñeca relajada para pegar los muletazos largos y rematados por debajo de la pala del pitón, a un animal, que se arrancaba de largo y repetía. No lo supo entender y estuvo embarullado. Mató al primer intento y en todo lo alto, lo que le valió la oreja.

Mal los subalternos al azuzar al público para que pida la segunda oreja, mal el puntillero al entregar el trofeo de más, y mal el matador al recibirlo y dejarse sacar en hombros al término del festejo.
Simpson en un derechazo suelto al tercero, un buen ejemplar de Campo Bravo
Alfonso Simpson pasea la oreja que cortó a su segundo enemigo
El niño toerero Colombo, además de tener carisma y conectar rápido con los tendidos, ha demostrado sus progresos. Anda más suelto, sereno y seguro de hacer las cosas bien. Ante sus enemigos salió dispuesto a triunfar.

A su primero lo toreó a la verónica con quietud. Con la muleta aprovechó el buen pitón derecho del animal en largos y templados derechazos rematados con el de pecho de pitón a rabo. Hubo un trincherazo de pintura, manoletinas, desplantes en la cara del novillo y perdió las orejas por fallar con la espada. Sin embargo, el público le pidió la vuelta al ruedo.

Colombo gustándose en un buen derechazo a su primer novillo
Realizó una faena inteligente a su segundo ejemplar. Colombo luce ya una estampa de torero serio. Con la figura erguida, instrumentó varias tandas de derechazos a media altura, dándole sitio y cuidando al animal para que no se acabe pronto. Mató con una estocada en buen sitio de efecto fulminante. El juez le concedió las dos orejas.


El ex matador venezolano radicado en Lima, Pedro Pérez 'Manili', estuvo en la cuadrilla de subalternos de Colombo y puso un buen par. El primer ejemplar de Simpson le cortó el viaje y arrolló al banderillero peruano Gustavo Jiménez 'Pelusa', felizmente sin consecuencias.

Hay que felicitar a los organizadores por que cada año ponen más esmero en la seguridad y orden del espectáculo taurino.






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