lunes, 3 de diciembre de 2001

El arte de Tomás salva la tarde

- Virtuoso madrileño corta dos orejas y triunfa en la última de abono

Los hondos y bellos naturales de José Tomás Román Martín (concho de vino y oro) instrumentados a su segundo toro, inclusive sus templados y largos derechazos, sus lances de capa y muleta, serenos, suaves, a pie firme, con la planta en la arena, como posando para un fresco de Goya, salvaron la última tarde de la Feria del Señor de los Milagros en nuestra querida plaza de Acho.

No todo fue de maravillas en la octava de abono. Es preciso decirlo, aunque no a todos les agrade la verdad, alguien tiene que recoger la voz y el sentimiento de los aficionados verdaderos.

Triunfó Tomás, es cierto, porque es un artista inspirado y profesional que conoce su difícil y exigente disciplina, pero su faena, siendo bella, no fue todo lo redonda como para merecer las dos orejas.

El público de sol y de sombra había valorado de pie el arte y oficio de José Tomás.

Como no apreciar ese talento y aquella ciencia que lo hace capaz de "hacer su toro", cuando el cárdeno Mauri de 494 kilos presentaba una embestida incomodísima, echando la cabeza arriba. Poco a poco, Tomás supo poner la puntada precisa a su faena, hasta bordar un pañuelo de seda sobre la arena romántica de Acho.

Una oreja dijo el público, pues el matador no estuvo acertado en la suerte de matar (despachó a su enemigo con descabello al segundo intento), pero una complaciente autoridad otorgó los dos apéndices.

Creemos que estas extrañas decisiones de la autoridad no empañan en nada el arte y la clase de José Tomás, este joven virtuoso nacido en la taurina tierra de Galapagar, cerca de Madrid.

En su primero Monín un toro cárdeno de 509 kilos, Tomás no tuvo mucha tela para cortar. Ante las pésimas condiciones de su enemigo el coleta abrevia la faena y coloca una tendida que no es suficiente. Mata de descabello al segundo intento. Pitos en el arrastre. Silencio en los tendidos para el matador.

Con su tercero, Chema, de 528 kilos un negro bragado que salió con el cuerno izquierdo fracturado desde la raíz, el fino torero madrileño tuvo una faena ingrata, bochornosa pues con el toro disminuido no pudo demostrar su arte. En medio de las protestas del público, Tomás deja una media contraria, Chema dobla y se somete a la puntilla.

Esos toros...

Hagamos un paréntesis para referirnos al encierro de la última de abono. Salvo el segundo de Tomás, que dio faena más por sapiencia del espada que por bravura y nobleza propia, tenemos que decir que el resto del encierro fue una decepción más, como ha ocurrido en la mayoría de corridas de esta Feria del Señor de los Milagros.

No somos partidarios de Don Pésimo. Compartimos esa generosidad del aficionado de Acho y esa tolerancia para pasar por alto los defectos en aras del sabor y del color de una buena tarde de toros. No en vano el toreo está vestido más de pasión que de razón. Pero creemos que la empresa puede y debe desplegar mejores esfuerzos para mejorar el espectáculo en las próximas temporadas. Si lo hace, todos saldremos ganando, no venimos a las corridas como enemigos buscando enfrentarnos unos a otros, esta fiesta sin par la hacemos todos, empezando por el toro, el Rey de la Fiesta, desde luego.

El señor experiencia

Dentro de las limitaciones que ofreció ayer el lote que le tocó en el mano a mano a Paco Ojeda (grana y oro) debemos reconocer en ese gran torero que ya va camino del retiro en los ruedos, el valioso cofre de la experiencia que lleva bajo el brazo.

Su faena más apreciable la realizó con su tercer toro Dominico un cárdeno bragado, bien armado.

Lo recibe con verónicas y remata con una vistosa revolera. Dominico toma una buena pica de Juan Carlos Gonzáles, luego vienen dos buenos pares del rimense Dennis Castillo y uno de Darwin Salazar Tachuela para no quedarse atrás.

Ojeda instrumenta una tanda de derechazos, con mucha dificultad por la embestida descompuesta de su enemigo. Sigue toreando por derechazos. intenta un circular invertido, pero el toro se queda y Ojeda remata con un pase de pecho.

Insiste por derechas y remata con un desplante en la cara del enemigo. El público premia los esfuerzos que despliega el matador por agradar y lo aplaude sin reservas. Al matar deja media tendida y mata de descabello al tercer intento. Generoso, el público ovaciona a Ojeda, quien da la vuelta al ruedo.

CAPOTAZOS

LA FIESTA CONTINÚA
Si bien ya concluyó la Feria anual del Señor de los Milagros en Acho, el coso rimense será escenario este domingo 9 de diciembre de una gran tarde taurina denominada Confraternidad de Toreros Americanos, en la cual alternarán matadores de Perú, México, Venezuela, Colombia y Ecuador. Organiza este espectáculo el Sindicato Unión de Matadores de toros y novillos del Perú, que preside el recordado matador Ricardo Higa Uyehara Mitsuya.

ENCERRONA EN LOMAS DE VILA
Y el otro domingo 16 de diciembre en Lomas de Villa, kilómetro 21.5 de la antigua Panamericana Sur habrá una encerrona con toros y vaquillas de pura casta, peleas de gallos, almuerzo criollo y español. Todo un domingo con sabor taurino.

DÍAS CON HUELLA
Releyendo al romántico periodista taurino español Vicente Zabala, encontramos una emocionada referencia a un peruano que dejó honda huella en la península ibérica: don Felipe Sassone. Zabala lo recuerda como "un formidable escritor peruano radicado en Madrid, muy amigo de la dinastía de los Bienvenida, especialmente de Antonio". De Sassone dice: "Era hombre de conversación fluida y amena". Un tío como se acostumbra decir en la taurina calle de La Victoria de Madrid.

SE NOTÓ SU AUSENCIA
Impedimentos gremiales y celos profesionales impidieron que ayer actuara en Acho el excelente subalterno peruano Torres Palacios. Las causas de su ausencia no son materia de nuestro entendimiento. Lo que nadie puede negar es su gran categoría y oficio para bregar inteligentemente junto a los grandes matadores de hoy.

ESCAPULARIO PARA IGNACIO GARIBAY
El mexicano Ignacio Garibay se adjudicó el Escapulario de Oro de la Feria del Señor de los Milagros que finalizó ayer en la bicentenaria Plaza de Acho.

El jurado especial integrado por 11 miembros que representan a la Municipalidad del Rímac, el gremio de los toreros, ganaderos y críticos taurinos, estimó que la mejor faena de la feria fue la del matador Ignacio Garibay, quien lidió al sexto toro Hurón, un cárdeno, bragado, de 563 kilos, pupilo de la ganadería mexicana de los herederos de Manolo Martínez.

El escapulario de Oro fue otorgado anoche a Garibay por mayoría. El Escapulario de Plata que se concede al mejor toro fue declarado desierto.


Publicado el diario La República el 3 de diciembre de 2001

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