lunes, 16 de diciembre de 2013

El 2014 debe volver el toro a Acho


Empresa, autoridad y figuras, responsables de fracaso este año

Página publicada Hoy Lunes 16 de diciembre de 2013

El balance de la Feria Taurina del Señor de los Milagros vuelve a tener del lado positivo que la empresa Consorcio Taurino de Lima haya programado al menos un mes y medio de temporada con las primeras figuras del toreo, incluso el mejor rejoneador del mundo, aunque siempre se extraña la presencia de José Tomás, de Morante de la Puebla y de Manzanares.

Sin embargo, ahora más que nunca ha hecho falta en Acho el toro con edad, peso y trapío, que puede ser más o menos bravo, pero que transmite miedo a los tendidos y exige la papeleta a los más pintados. Ni una faena de Escapulario y apenas dos astados rescatables de La Ahumada y de Juan Bernardo Caicedo que dieron sendas oportunidades de triunfo al valiente Padilla ‘Maravilla’ y al pundonoroso Juan del Álamo.


¿Por qué no se ven toros de verdad en Acho? La empresa, principal responsable, ha aducido problemas para la importación y traslado del ganado. Lo cierto es que, aunque desmejore desde que sale del campo, toro es toro y novillo es novillo. La autoridad municipal del Rímac también tiene el deber reglamentario de dar pase solo a ejemplares que estén a la altura de la categoría de la Primera plaza de América. El respeto a Acho es un bien superior, que la Beneficencia de Lima también está en la obligación de defender.

No menos responsables son las figuras, que no solo aceptan torear ejemplares sin edad ni cuajo sino que se hace evidente que los exigen en América y, por si fuera poco, permiten que salgan tocados de los pitones.
¿Y si se contratan también a diestros dispuestos a “poner toda la carne en el asador”, sin que por ello dejen de venir los toreros más encumbrados en el escalafón a las tardes estelares? En los carteles de Cutervo y Chota ha habido nombres importantes este año.

La ética de las corridas de toros se fundamenta en que el torero se juegue la vida en cada pase. La muerte está en los diamantes de las astas y en la casta del toro bravo enrazada con los años. Sin esta verdad en la arena, se asiste a un espectáculo que puede tener mucho color y sabor, pero que nunca pasará de lo anecdótico.

El año y el mes de nacimiento de los astados debe figurar en la pizarra y en la tablilla que se coloca en la puerta de toriles. Cómo decíamos el año pasado después del fracaso de la cabaña brava nacional en Lima: hay que volver a encontrar el rumbo. La mayoría de las ferias de provincias, anunciando erales y utreros como si fueran toros también contribuyen a la desnaturalización del espectáculo.

El 2014 se debe hacer todo lo que sea necesario para volver a ver toros españoles en Acho, más ahora que la lamentable crisis europea ha abaratado su precio. La feria venezolana de San Cristóbal ya dio el ejemplo, trayendo Miuras después de medio siglo.

A la falta de toro se suma el precio de las entradas y lo que se obtiene es no ver llena la plaza en ni uno de los seis festejos. La entrada más barata para las tardes más esperadas estuvo a S/. 250 soles. No hay precios populares. ¿Cómo entonces invitar amigos y familiares, algo tan necesario ahora que estamos bajo ataque? Lejos se ve los llenos que esta misma empresa logró el 2008. El Perú taurino necesita ver su primera plaza colmada hasta la bandera. Cuántos niños taurinos frustrados por no poder ir a la feria y las filas altas de los tendidos, vacías.

En lo positivo también dio gusto ver la consolidación de los subalternos peruanos Dennis Castillo y Salvador Díaz, y del picador nacional Ángelo Caro, así como la aparición una tarde del buen rehiletero Fernando Gonzáles ‘El Pato’. Por otro lado, se extrañó al eficaz banderillero Santiago Arrieta ‘El Santi’.

Acertó el juez de plaza la penúltima tarde de feria cuando puso en su sitio a un banderillero español que pedía desaforadamente la segunda oreja para Hermoso de Mendoza en los medios de la plaza. Se notó la presencia del taurinísimo Luis Miguel Rubio como director de cambio de suerte. Oportuno y siempre diligente se le vio al administrador de la plaza Sebastián Velásquez ‘El Tuto’.

Las corridas de toros son un espectáculo legal, la agresión sonora de los activistas antitaurinos a sueldo no debe ser permitida por las autoridades. Hay que seguir el ejemplo de Francia: que se manifiesten en parques y calles, pero que no se acerquen a agredir a la plaza.

BROCHE DE ORO EN EL REVÓLVER. El último domingo de feria previo a la corrida, como ya es tradición desde hace nueve años, el abogado y gran taurino José Antonio Crispín Blas y familia, brindan un almuerzo de confraternidad taurina en el Club Internacional Revólver, de la Alameda de Los Descalzos del Rímac.

"Mi intención es confraternizar culturalmente en lo taurino, y sobre todo compartir el gran amor que uno tiene al misterioso arte del toreo" dice Pepe Crispín, quien recuerda que cuando era niño, allá en su añorado Ondores, distrito de Junín, los almuerzos se hacían en casa antes de ir a la corrida.

Esta vez entre los asistentes estuvieron el ganadero colombiano Jorge Gutiérrez, los periodistas colombianos Luis Quiroga y Gabriel Riveros y el alcalde del Rímac , Enrique Peramás.


Más: Páginas taurinas publicadas por TAUROMAQUIAS.com en el diario El Men

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