lunes, 30 de noviembre de 2009

Tarde de toreros

Triunfaron Enrique Ponce y José María Manzanares

Artículo publicado por Amado del Campo en el diario El Men

En una tarde gris también se dan corridas grandiosas, pese a que el ganado, otra vez, fue disparejo. Enrique Ponce, el gran maestro de la tauromaquia, y José María Manzanares, un enorme que deslumbra, salieron por la puerta grande con dos orejas ganadas cada uno.

Los dos estuvieron sobre los toros que no fueron del agrado del respetable pero que presentaron casta y bravura.




A los dos los despidieron con exclamaciones de ¡Torero! ¡Torero!, mientras que Sebastián Castella se fue apesadumbrado pero en realidad le tocó lo peor del encierro.


Enrique Ponce

De rojo y oro en su primero “Esfín” dio seis capotazos que llenaron la plaza de alegría, la que se fue desvaneciendo a medida que no pudo redondear una faena de esas a la que nos tiene acostumbrados.

Mató de una estocada media, caída y el público lo premió con una oreja.

Al segundo, un colorado engatillado llamado “Cantinero” de 552 kilos mostró fuerza frente al caballo, luego que el público aplaudiera al torero por sus capotazos enormes.

El toro “astifino” de muy buena canasta. Empezó en los tendidos de sol. Calamochea y derrota ante la embestida. La afición sigue la faena en silencio. Pero lo oxigena y le saca tremendo derechazo para el agrado de los entendidos. Se esforzó y logra más pases a un toro que se fue a menos y que daba media embestida pese a ello y por su entrega y grandeza el público lo aclamó con los gritos de ¡torero! ¡torero! ¡torero!.

Mató de una estocada en todo lo alto que fue fulminante. Una oreja y la puerta grande lo esperaba.


Sebastián Castella

De palo rosa y oro, en su primero no pudo redondear faena porque al toro que fue bien picado a pesar de que mejoró su embestida no llegó bien al tercer tercio. Bien por derecha con pases largos y bien en la primera tanda de izquierda con naturales hondos pero el toro se fue a menos. Una estocada media. Le tocaron un aviso y mató con descabello. Aplausos.

“Rondeño” de 403, un negro listón bragado, cornicorto y astifino, fue protestado por el público por chico pero estaba enmorrillado. Fue bien picado y se le ofrece al público.

Lo recibe con un pase cambiado por izquierda y todos lo ovacionan pero eso fue todo. Algunos borrachos se lían a golpes en el tendido 10. El matador espera, pincha cinco veces y coloca un tercio de estoque. Antes de descabellar el toro dobla. Aplausos para el torero. Pitos para el toro.


José María Manzanares

De lila y oro. En su primero “Ambicioso” de 506 kilos. Sacó algunos buenos capotazos y lo llevó bien a la pica. Mendiola pasó susto con las banderillas.
No dedicó el toro. Le puso empeño y mostró algunos chispazos con tremendos naturales que arrancaron aplausos y olés. Hasta aquí fue el único que toreó por la izquierda por lo que fue ovacionado con toda justicia.

Mató con una estocada en todo lo alto. Ganó una bien merecida oreja. En el tendido 10 le regalaron una imagen del Señor de los Milagros.

“Merluzado”, 493 kilos, negro enmorrilado pero chico. José María le saca una muy buena tanda de capotazos. Lo lleva al caballo y el bicho responde con casta.
José María lleva al público a la emoción con 4 tandas de formidables derechazos que arrancan olés y la música. Mejor con naturales pausados y plenas de arte. Manda y realiza pases templados con la izquierda. Tremenda faena. Estocada hasta el puño que mata. Oreja bien merecida. (Amado del Campo)



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