lunes, 10 de noviembre de 2014

Maestría de Ponce y poder de Castella abrieron puerta grande de Acho


Alfonso de Lima dio la vuelta al ruedo en la tercera corrida ferial

- Fotos: Rafael Morán / Virgilio Grajeda

El matador español Enrique Ponce cortó este domingo 9 de noviembre dos orejas con maestría a su segundo toro y salió a hombros junto al francés Sebastián Castella (una oreja en cada uno de sus toros) en la tercera corrida de la Feria del Señor de los Milagros de Lima. El peruano Alfonso de Lima dio la vuelta al ruedo en el último de la tarde.

Los toros peruanos de Roberto Puga y uno de Montegrande, demostraron casta y nobleza en general, aunque escasos de fuerzas, prácticamente no fueron picados. El primero, de Santa Rosa de Lima, fue complicado, llevaba la cara alta y no se prestó para la lidia de Ponce, que abrevió, siendo pitado.


Tarde soleada y con tres cuartos de asistencia en los tendidos. Antes de la corrida se develó una placa en honor al desaparecido Torero de Lima, José María Manzanares, en uno de los machones de sombra de la bicentenaria plaza. Las banderas lucieron a media asta por el maestro alicantino. Ponce, dueño de casa en Acho, invitó a Castella y a Alfonso de Lima a recibir la tradicional ovación desde el tercio, al comenzar la corrida.


Castella vino a demostrar con su arte y voluntad, que no le gustó nada no ser tomado en cuenta en las tres últimas temporadas de Lima. El peruano estuvo empeñoso y demostró grandes progresos, pero también falta de técnica frente a las complicaciones propias de cada toro y transmisión a los tendidos.
 
ENRIQUE PONCE, pitos y dos orejas (Viste con traje de luces color tabaco y oro)
Primer toro, Liberal, N° 182, 487 kilos, de Santa Rosa de Lima, cornidelantero, bragado. Embiste con codicia al picador, que le cierra la salida, es decir, le tapa la salida entre el caballo y las tablas, un recurso que solo debería emplearse con los toros mansos.
No brinda. Le cita de cerca y en paralelo, el toro acude por ambos pitones, pero saliendo de cada pase con la cara arriba, complicado por el pitón derecho. El torero tiene que componer la figura tras cada muletazo y hace gestos de que no tiene faena sin insistir mucho con la mano izquierda, entre pifias. Va por la espada y mata de pinchazo y trasera desprendida. Pitos al toro, pitos al matador.

Segundo toro, Furtivo, N° 81, 482 kilos, colorado, anovillado de cara, de Roberto Puga, cuarto de la tarde. Sale más dispuesto Ponce y entona a los tendidos con el capote. Solo un encontronazo en lugar de pica.
Brinda a Acho y camina decidido hacia el tendido 11. Desarrolla una magistral faena con derechazos rematados con molinetes, pases de pecho y cambios de mano, interpretados con su temple y mando tan singulares, que son ovacionados desde todos los tendidos. Suena la música y prosigue con un ejemplar muy noble que acude cuando se le cita y a donde se le lleva va. La poncina -largos circulares con la rodilla flexionada de espaldas al toro- pone a todos de pie. La faena se prolonga y termina con abaniqueo. El maestro le hace guiños al tendido, torea con y sin toro. Estocada entera. Palmas al toro en el arrastre, dos orejas a Ponce.

Natural de Ponce en Lima
SEBASTIÁN CASTELLA. Oreja y oreja. (Traje azulino y oro con remates blancos)
Primer toro, Descosido, N° 80, 513 kilos, colorado, de Roberto Puga, segundo de la tarde. El matador ordena que le den una minipuya y de inmediato el juez cambia el tercio. Quite por chicuelinas rematadas con una revolera por delante. Buen tercio de banderillas del español José Borrero y del peruano Gustavo Jiménez ‘Pelusa’, que regresa a la Feria de Lima tras siete años.
A por todas, comienza la faena citando con el clásico cambiado y luego siguen largos y templados derechazos que arrancan los oles de todos los tendidos. Suena el pasodoble Chumburbulerías y se suceden muletazos de gran categoría aprovechando la nobleza del astado. Lo prueba por naturales y comienza a rajarse. Vuelve a los derechazos y le saca las mejor tandas y todo lo que tenía para dar. Estocada media en buen sitio y descabello. Palmas al toro y oreja para Castella.

Segundo toro, Revoltoso, N° 75, 511 kilos, castaño capirote, de Roberto Puga, quinto de la tarde. Dobla las manos en la pica, que apenas recibe. El diestro francés administra las escasas fuerzas que acusa su enemigo dándole tiempo para tomar aire entre tanda y tanda. Le cita por derechazos a los que el astado va con nobleza y recorrido. Suena la música y la faena va para arriba. En un remate con la izquierda, el toro pasa en cámara lenta lo que no pasa desapercibido por el francés, que cambia de mano y lo embarca en series de naturales cadenciosas y templadas que son ovacionadas. Antes de ir por la espada le instrumenta una tanda más de templados derechazos. Estocada entera que es suficiente. Oreja.

Castella y Ponce a hombros en Acho
ALFONSO DE LIMA. Silencio y vuelta al ruedo (Acero y oro)
Primer toro, Hacendado, N° 8, 521 kilos, colorado, de Montegrande, tercero de la tarde, badanudo. Recibe un cuarto de pica. Simpson se muestra dispuesto con el capote.
Brinda su faena a Enrique Ponce y torea con empaque en los medios con la mano derecha ante un toro que no le ayuda a transmitir a los tendidos y se le va quedando. Lo prueba citando desde cerca pero no tiene nada más para hacer con él y el público se lo reclama. Mata de entera, cuarteando. Silencio y silencio. Acho está exigente con el torero peruano, como debe de ser.

Vuelta al ruedo de Alfonso de Lima  
Segundo toro, Laureado, N° 70, 516 kilos, negro listón, sexto y último de la tarde. Simpson tiene ganas de comerse la plaza y hasta pica él mismo al toro, pero fue un gesto innecesario: no jineteó, puso en peligro su pierna indefensa y ni siquiera tenía intención de picarlo realmente, pues apenas le señaló con la puya. El banderillero peruano Dennis Castillo saluda desde el tercio.
Brinda a su esposa. En los medios, el de Puga embiste humillando y Simpson tarda en levantarle la mano en los muletazos pues hundió repetidas veces los pitones en la arena. Le arranca buenos derechazos. Hay toro. Pide marinera y el popurrí comienza con la Concheperla. Con los naturales transmite menos, luego lo embarca en circulares templados con la derecha que reciben ovación. Simpson demuestra progresos y también intenta torear sin toro. Estocada casi entera, ligeramente atravesada, dos descabellos. Silencio al toro y vuelta al ruedo para Alfonso de Lima.

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